Frente a la plaza principal de Dolores Hidalgo se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, famosa por ser el escenario en que dio inicio la lucha por la Independencia.

Fue en uno de sus campanarios donde la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Hidalgo hizo resonar la voz que congregó a la población para levantarse en busca de la libertad, aquí es justamente donde la guerra de Independencia da inicio.

Además del gran valor histórico adjudicado a este templo, posee también enorme belleza en su construcción, pues desde su fachada puede observarse un conjunto escultórico que representa la crucifixión de Jesús, rodeado de diferentes imagenes, entre ellas, justo debajo de la cruz, la virgen María en su advocación de la dolorosa; a este grupo le rodean algunas columnas de tamaño ascendente.

Las columnas que adornan la entrada, cobran mayor importancia al observar los nichos que albergan las columnas de los extremos, razones por las que es considerada uno de los más grandes ejemplos del barroco novohispano.

En su interior se observan dos retablos que captan la atención, uno en honor a la Virgen de Guadalupe a la derecha, mientras que del lado izquierdo se encuentra otro dedicado a San José, este último resalta por no estar cubierto en oro, por lo que es posible apreciar la talla en madera, se dice que las hojas de oro que serían usadas para recubrir esta obra fueron tomadas por Hidalgo para la guerra de Independencia.

En el marco de las celebraciones del Bicentenario de tan importante momento en la historia de México, se colocó en el atrio, un reloj que marcaba la cuenta regresiva para tal evento; además se observa también una de las estelas en forma de águila, colocadas por la Secretaría de Educación Pública, éstas con el fin de señalar la ruta que siguió el Padre de la Patria hasta Chihuahua, dicha figura está labrada en cantera rosa.