Muy cerca del poblado de Petatlán existe un lugar con una belleza singular, se trata de la Laguna de Valentín, la cual logra en algún momento conjuntarse con el mar, creando así uno de los fenómenos poco observados en Guerrero.

Además de lo anterior, en Valentín existen otros elementos que lo embellecen aún más, comenzando por el camino para llegar pues incluso es necesario atravesar en canoa.

La fauna no se hace esperar, aquí podrá observar desde pelícanos y gaviotas hasta diversas especies de tortugas, esto gracias a que es una playa poco visitada, sin embargo aún se encuentran expuestas a los grandes depredadores, razón por la que se ha instalado aquí un lugar encargado de cuidar de ellas y protegerla de su más grande amenaza el hombre cazador.

Así, puede también visitar el campamento tortuguero La Tortuga Feliz, donde tendrá la oportunidad de pasar la noche velando por los huevos de estos bellos seres, además de poder participar de la liberación de aquellas que ya se encuentren listos para salir al mar.

Otra de las actividades que puede realizar en este lugar es la pesca, no es necesario alejarse tanto de la costa para obtener algunos cuantos robalos, basta con ser paciente desde las orillas, pero debe ser cuidados pues se encuentra frente al mar abierto y nada predecible.

Si desea especies más grandes y variadas, puede solicitar un tour para hacerlo en alta mar, ahí podrá pescar grandes cazones, pulpos y hasta peces vela.

Para llegar a la laguna puede tomar el camino que va hacia la iglesia de Jesús de Petatlán, ésta le conduce directamente a la laguna, de ahí deberá tomar una canoa que le llevará hasta la playa.

Pero puede realizar el recorrido comenzando por la playa, pero el camino es un tanto complicado, pues debe atravesar un tramo de nombre El Empedrado, éste le lleva justo a la playa, para llegar a la laguna deberá recorrer un aproximado de 13 kilómetros.