Uno de los pueblos mágicos de Puebla es Cuetzalán del Progreso, envuelto entre montañas y neblina brinda a habitantes y visitantes el panorama perfecto para disfrutar de sus atractivos y alredores. Por su ubicación geográfica permite disfrutar de la naturaleza en diversas situaciones, como detenerse a observar el cauce de los ríos que le atraviesan provenientes del río Tecolutla de Veracruz.
El nombre de Cuetzalán es una modificación actual del original que era Quetzalán, esto debido a que hace muchos años abundaban los Quetzales, mismos que se ofrecían al emperador a manera de tributo.
Recorra las empedradas calles y admire sus bellas casas, en tonos blancos y rojos, con muros anchos. Viva las tradiciones que aún prevalecen aquí, como los domingos de tiaguis en los que podrá adquirir alguna artesanía típica del sitio, como las prendas de algodón bordadas, algunos más hechos en telar de cintura; también trabajan la madera, creando hermosos muebles, cruces, flautas, sonajas, máscara y hasta violines; la cerámica y algunos muñecos de trapo no pueden faltar. Pero sin duda la mejor producción de Cuetzalán es el café.
En los tianguis se reúnen grupos de diferentes poblados, éstos se identifican por colores, según su lugar de procedencia será el tono de su ropa.
En sus alrededores tendrá la oportunidad de nadar en las pozas cristalinas y conocer las grutas, disfrute también de las aguas de una cascada en medio de la selva.
El tiempo aproximado para llegar partiendo del Distrito Federal es de una hora con 40 minutos primeramente para llegar a la capital de Puebla, posteriormente desde ahí a Cuetzalán le tomará dos horas y media aproximadamente.
7 Atractivos de Cuetzalán:
Parroquia de San Francisco. Construida a mediados del siglo XVI para veneración de San Francisco de Asís, esta parroquia resalta en todo Cuetzalán por ser la más alta del estado, además cuenta con una torre reloj que capta la mirada de todo quien se acerca. Un dato muy interesante es que los Domingos al medio día la misa es cantada en Nahuatl.
Capilla de la Purísima Concepción o de la Conchita. Junto a la parroquia de San Francisco se encuentra esta capilla, que de cariño le llaman de la Conchita, en su interior resguarda varias pinturas de la autoría de Joaquín Galicia, muralista horiundo de este lugar.
Santuario de Guadalupe o Iglesia de los Jarritos. Con un estilo barroco y una torre con hilados de vasijas de barro, razón por la que se le conoce como Iglesia de los Jarritos, aunque su nombre original es el Santuario de Guadalupe por la pintura de Virgen en el púlpito de madera. Una característica propia de esta iglesia es que delante de ella se encuentra el cementerio, donde todas las tumbas dan de frente al recinto, pues la creencia popular dice que por estar cerca, entrarán pronto al cielo.
Palacio Municipal. Con una arquitectura de estilo neoclásico, este edificio es una semi réplica de la Basílica de San Juan de Letrán ubicada en Roma, en su interior resguarda una réplica de una escultura del emperador Cuauhtémoc, muy similar al que está en el Paseo de la Reforma.
Cascada Las Hamacas. Un sitio con aguas cristalinas que permiten a sus visitantes sumergirse y refrescarse, cuenta también con espacios propicios para acampar. Esta cascada se encuentra a las afueras del municipio que lleva el mismo nombre.
Cascada Las Brisas. Muy cerca de Cuetzalán se encuentra esta cascada, con una altura de 17 metros, ofrece un balneario natural así como áreas de acampar, por tan solo 25 pesos por persona. Aquí podrá realizar otras actividades como senderismo y observación.
Zona arqueológica Yohualichan. Su significado en nahuatl es La casa de la noche, sus primeros habitantes fueron los totonacas, ahora se perfila como uno de los centros ceremoniales más importantes. Cuenta con 5 edificios principales, mismos que están orientados a los 4 puntos cardinales, se observa también un juego de pelota, la tumba de un gobernante, un mirador, entre otros.
Parque Celestino Gazca. Ubicado en el centro histórico de Cuetzalán, justo en frente del Palacio Municipal, este parque cuenta con amplios andadores y bellos jardínes. Al centro se encuentra un kiosco, rodeado de bancas para descansar mientras observa el gran reloj.