Uno de los pueblos mágicos más visitados de San Luis Potosí es Xilitla, debido a la belleza natural que resguarda además de sus hermosas calles, pero sin duda, el principal atractivo son Las Pozas de Xilitla, conocidas de mejor manera como el Jardín de Edward James, ubicado a escasos 5 kilometros del poblado.
Asombrese con la esculturas que hacen de este santuario un verdadero paraíso. Al entrar observará algunos pedestales dandole la bienvenida, inmediatamente se hallará frente a una especie de castillo casi desgastado, éstas son solo las primeras estructuras que verá aquí.
Se trata de un espacio que ha sido engalanado de manera natural a través de los años, pues en un principio fue adquirido por un escultor escocés, de nombre Edward James, para hacer aquí un campo de orquídeas, sin embargo, las condiciones climáticas de la zona interrumpieron la labor, para aprovechar el espacio, el joven comenzó a colocar las esculturas que iba creando y poco a poco fue abarcando todo el terreno, a sus alrededores han crecido algunas plantas que hacen de este punto algo singular, aunado a esto, de forma natural hay aquí algunas pozas de agua que dan mayor realce al panorama.
James murió en el año 1984, después de haber completado poco más de 36 obras, en un terreno de casi 81 mil metros cuadrados en la selva. El estilo de sus obras era un tanto egipcio, combinado con influencia gótica.
A diario cientos de visitantes acuden a este lugar dispuestos a dejarse sorprender por los trabajos de este artista, en medio de un ambiente boscoso y húmedo, en el que los sentidos se dejan llevar y asombrar.
Entre las esculturas que sobresalen se enlista el palacio de bambú, la casa del venado, el cinematógrafo, la casa del ocelote, la casa de los flamingos, la casa de los pericos, el camino de los 7 pecados capitales y la casa de Eduardo; ésta última fue el dormitorio del escocés, donde también convivía con sus mascotas, además de usarlo en algunas ocasiones como estudio, aquí escribió un hermoso poema dedicado a su jardín, por haberlo plasmado en la pared y habiendo transcurrido ya muchos años, fue necesaria su restauración total en el año 2009 para conservarlo apto para ser visitado.
La entrada a este enigmático lugar tiene un costo de 50 pesos, los cuales le dan acceso al jardín y a las cascadas, pero si se trata de algún reportero o fotógrafo deberá pagar además un derecho que le permita grabar o fotografiar el sitio y transmitir dichas imágenes.